¡Paz de Cristo! En este día le queremos compartir el siguiente devocional..
Pero estrecha es la puerta y angosto el camino que conduce a la vida, y son pocos los que la encuentran. (Mateo 7:14)
Seguir a Jesús significa caminar por el «camino angosto». Significa enfrentar la adversidad y renunciar a todo aquello que me aleja del camino de Dios.
Mientras me quedo dentro de las pautas establecidas en las Escrituras, voy a obtener sabiduría y entendimiento para saber lo que tengo que hacer y tener lo que necesito en Cristo para hacerlo.
Al obtener lo necesario comenzamos a caminar por el camino angosto, un camino donde debemos ser concientes que no será fácil y dónde no todos podrán caminar.
Muchas personas miran de lejos el camino angosto y ven que hay cosas buenas en ellas y desean ir por ese rumbo, sin embargo
La duda, o el simple echo de estar cómodos dónde están los aleja de Dios...
Muchos escuchan de Jesús y se asombran de las cosas que el hizo y hace por nosotros, pero lo dejamos para otro momento.
O comenzamos a seguir a Cristo y dejamos todo a mitad de camino, pero debemos estar dispuesto a terminar lo que empezamos. Dios usa personas comprometidas que no son guiadas por las emociones. Es fácil entusiasmarse al principio cuando algo es nuevo, pero los que cruzan la línea de meta son los que se quedan allí cuando ya nadie más está entusiasmado.
Cuando nadie está allí para ayudarme, es cuando conozco a Jesús realmente bien. El camino angosto de vivir para Dios y no ajustarse a las maneras del mundo, a menudo es solitario. Pero la compensación de ganar intimidad real con Cristo vale la pena más que cualquier cosa del mundo.
Recuerda siempre que, aunque haya oposición, las recompensas de caminar por el camino angosto valen la pena.
Pidamos a Dios que nos enseñe cada día a caminar en su camino y no desviarnos de su amor.
¡Dios los bendiga!.
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